domingo, noviembre 20, 2005

EL ELASTICO DE LOS CHITECO

De un tiempo a esta parte este comienzo de literatura barata se ha transformado en lo que yo escuchaba algunas noches en mi almohada infantil. Erase una vez.......
De un tiempo a esta parte mi mente, mi cuerpo, mi caracter se fueron mutando en un elastico vencido. El mismo que no afirman los cocos de los maridos pasados los 2 años de matrimonio y que deja que asomen todas sus presas cuando caminan al baño, el mismo.
Me miro al espejo de mi conciencia todas las noches durante mi insomnio y me doy cuenta que me estoy transofrmando en un hombre: no puedo masticar chicle y caminar porque me tropiezo. Tengo que concentrarme en una sola cosa. Y no puedo.
Mientras manejo; voy escuchando como mi hija toca la flauta, reviso papeles, hablo por telefono, y si hay taco en la Kennedy, hasta tendria que hacerme la manicure. No vaya a hacer cosa que mi jefe me pille "sin hacerme" las fucking manos entrando a mi oficina.
Y cuando estoy en reunion, ni se me vaya a ocurrir no contestarle el telefono a mi mama para contarle donde tiene guardado su cepillo rojo en su vanitorio del baño, porque el escandalo que me espera es insostenible y no solo lo esucharian todas las pendejas conventilleras de mis compañeras y el nuevo pendejo de mi jefe, sino que todo el piso.
Y mientras hago proyecciones de inversiones, hablo de tasas inmobiliarias; le recomiendo un modelo de celular a mi jefe y le contesto el telefono (el no esta para nadie, shhhhhhhhhht), mi madre vuelve a llamar, despues mi abuelita me llama preocupada porque mi madre me llama tanto, y luego mi tio preocupado porque mi abuelita esta preocupada por mi madre.
Asi que salgo corriendo de la oficina a ese infierno humeante de cemento podrido, y recuerdo algunas calles de Niza que eran tan extrañamente blanditas, y rezo para que sople un viento fresco, y parece que alguien diabolicamente pusiera un secador en mi cara.
Se me ocurre pasar a tomar un cafe. Si, un cafe. Los arabes tenian esa costumbre. Si habian 40 grados a la sombra, la mejor forma de aliviarlo era con un hirviente cafe.
Y mi telefono suena. "Esta rico el happy hour?" "Happy hour a las 2? Jefe, estoy en el cafe de al frente!" "Ah, no se yo, se escucha mucha gente y te acabo de enviar un email y todavia no me respondes sobre las tasas, y no me has ayudado a decidirme por el celular y lo necesito HOY".
"Ok, subo". Un minuto y medio. No esta. Le respondo el email pero no puedo ayudarlo ni en las tasas ni en su picanteria de telefono, asi que me voy a una reunion hablando con mi madre, organizando una despedida de soltera de mi mejor amiga (soy la madrina del matrimonio a buenahora) => por lo menos podre joderle la vida antes que se la joda a ella misma.
La reunion transcurre leeeeeeeeeeeeeeento leeeeeeeeeento leeeeeeeeeento. Yo, que me mal acostumbre a hablar con ingenieros, cuando me topo con cualquier ser humano que no lo es, y que no solamente le interesa ver numeros, y tablas y graficos, y preguntarme don-de-es-ta-la-tram-pa, prefieren contarme toda su vida, la del hermano, la de la pareja, hijos, padres, etc. Son justamente en esas reuniones en que mis dotes sirven, pero ya estoy tan cansada y sin humor, que solo mis pechugas sirven.
Me devuelvo al Estadio Español, y en cuanto me ve mi ingeniero me dice que tengo la mirada del Peral. Que si quiero algo para tomar.
"Un vodka, por favor" . Me queda mirando con cara de Alcoholicos Anonimos. Si, un vodka. Con una rodaja de limon, sprite zero, y un vaso rebosante de hielo al lado y un pucho en mi boca. Me saco los zapatos.
Recien media hora despues puedo hablar. Pero ya no se si tengo muchas ganas.
Lo quedo mirando absorta y pienso que el es el unico que vale la pena. A el es al unico que tengo que apoyar. Pero cada vez me alcanza menos.
Parezco elastico vencido.