lunes, enero 31, 2005

La babosa lengua del arbol

Quizas la experiencia del primer beso la recordamos como hermosa, romantica y unica. Yo me quedo con esta ultima palabra, porque de lo del resto ni hablar.

Era el mismo hombre, al que habia visto en Algarrobo, el que me habia hechizado con sus ojos verdes, el que habia encontrado en un fiesta, el que me habia pedido el telefono.
Nunca me he caracterizado por dilatar situaciones, la sensacion de muerte me ha acompañado hasta en esos instantes, asi que ya en 3 dias lo tenia instalado en la piscina de mi casa.

Como una persona puede ser tan insistente, tan jote, tan vulgarmente cargante.... caracteristicas perdidas en el presente por parte de los homo sapiens de mi era.

Quien te gusta? Que cliche, pienso ahora, pero en ese momento me parecio una pregunta tan interesante como violadora; pero a medida que avanzaba la tarde y esas palabras retumbaban en mis oidos como el platillo del orfeon de Carabineros, yo insistia con la tenacidad que solo el colegio de monjas me podia enseñar: no se, no se, no se; repetia ya casi bostezando la tarde completa. Me propuso un juego: que mas le podria insinuar un hombre de 16 años a una joven mozuela de 12, como yo?

Un juego? Yupiiiiiiiii, pense, juguemos!.
Tu escribes el nombre de la persona que te gusta, dejas el papel en tu pieza (aun las monjas no me enseñaban la peligrosidad de llevar a un hombre a mi pieza), yo entro a tu pieza, lo leo y me voy (deberiamos haber redefinido este ultimo concepto antes de empezar el juego).
Que vergüenza, (y que pedante este mino, que jura que es el). OK, asi se va de una vez por todas.
Entre a la trampa de mi pieza, escribi su nombre completo en papel que arranque de mi cuaderno de matematicas, y una de mis neuronas funciono durante un volatil segundo, y lo rompi en mil pedazos. Lo hice pebre, y lo bote en mi papelero lleno de fotos de Bon Jovi.
Digna, siempre digna, sali de mi pieza y me sente en el living, el corrio a mi pieza y mientras sus topper avanzaban por el pasillo, mande mi dignidad a la mismisima mierda y me escondi detras de un sillon.
Cristiiiiiiiiiiinaaaaaaaa, salio a buscarme 2 segundos despues. Cristiiiiiiiiiiiiiiiinaaaaaaaaaa; y yo convencida que jamas me encontraria.
Me levanto de un brazo y me llevo a la pieza, yo, como presa vietnamita, cerre los ojos durante el camino (esta es la solucion mas rapida que a mi estupida cabezota se le ocurrio cuando funciono volatilmente la otra neurona).
Abre los ojos, y yo, obediente soldado, mire mi cama: el papel hecho pebre armado con una precision japonesa.

Senti su olor, me parecio que su nariz ya estaba demasiado cerca, y volvi a cerrar los ojos para que no viera que la proximidad me ponia turnia.
Pero luego, no puedo hablar de la humedad de sus labios, eso habria sido a los 18, su baba que abrio mi boca, y una serpiente que entro a mi garganta; logro que mi respeto por mi misma produjera una arcada horrible, el suelo se movia bajo mis pies, y no sabia si correr al baño a vomitar o cachetearlo, como me lo imponia la Miss de Religion.
Solo se que corri, corri y corri; atraveze primero la puerta de mi casa, luego el porton del auto, y mientras me afirmaba la boca arcada tras arcada me subi al arbol de la esquina.
Trepe como mono, lo juro, cual Jane o Mona Chita (todavia no me depilaba) jure que era el lugar mas seguro que me salvaria de la serpiente babosa.

Pero si yo era la Mona Chita, el era Tarzan de la Selva, y en cuatro arcadas ya estaba al lado mio.
Arriba del arbol y mostrandome su serpiente babosa.
Pero que tiene, jadeaba, y sacaba su lengua asquerosa lo mas larga, pero no hacia abajo, como cuando uno le saca la lengua al micrero que no para, la estiraba hacia adelante como ese integrante del grupo Kiss.
Si no entendia que me daba asco con todas mis sonoras arcadas, entonces tenia que vomitarlo?
Ya estamos pololeando, me juraba, y los pololos hacen estas cosas.

Que inmensidad de asco, pense, entonces no quiero pololear, no quiero casarme, no quiero tener hijos, y me baje furiosa del arbol. Me fui gritando a mi casa y tras cerrar el porton de una fina y elegante patada, le dije a mi nana que nunca dejaria que alguien me metiera una boa babosa por ninguna parte.
Fue la ultima vez que lo vi durante ese año, al siguiente, otra serpiente jugaba con la mia. Ja.





Le mie barrette in pietre


Come qualcuno può vedere attraverso i miei occhi che soltanto voglio uscire correndo ad essere sola soltanto per respirare calmo e non restare io dormita andando nell'inerzia di pedernaculos di occulti.

Se suono fino alla sabbia ed ad io hanno steso tra le pietre io posso me non disperare e nutrirlo dell'aria perché inventi un cammino da seguire. Soddisfare, di soddisfare tra le mie dita, pelle spinosa, acqua sterile, il mio prima di umido pensando in Javier.

Podria gridare fino a svuotare ai miei polmoni ma soltanto desiderio essere frutto del jacquier e che persona di conto, essersi invisibile per entrare all'acqua e me trasformare in onda agitata. Le mie dita già stancate lo affermano della pietra ed il cielo è offuscato alle mie parti posteriori, il mio rinnovato pelvis muove le mie gambe verso la città. Penso che i giorni non mi siano sufficienti a vivere, che abbia bisogno di più, che forse un certo giorno tu me accompagnato quando vorrò volare ed io possa entrare in te, che è il mio vino e le mie mani, che arrivando la notte io agitata la polvere di cuore e mi respirate il vostro alito.

Traduce i miei occhi come sempre, che io leere tes sorrisi, signora timore per le notti con i tes sogni ed io sempre correre detras de.

Mi Retrato